jueves, 28 de enero de 2010

Las palabras que el viento se llevó...


Aguerridos, valientes, sin pelos en la lengua se mostraron hace una semana. Dijeron lo que muchos querían oír, y muchos les creyeron. Cuatro días después, sus palabras se las llevó el viento. Y su credibilidad también.
El viernes 22 leíamos en el Diario las opiniones de panistas yucatecos sobre el nombramiento de Miguel Ángel Jiménez Godínez como asesor en la embajada de Gran Bretaña.
(Grupo Megamedia acusó a Jiménez de intento de soborno. En marzo, cuando ocupaba la dirección de la Lotería, trató de pagar con fondos públicos propaganda para panistas en Campeche. Trató y no pudo, porque el soborno no fue aceptado).
Magaly Cruz, presidenta del PAN en Yucatán, lamentó que “no haya existido una sanción y sí un premio”. Beatriz Zavala, precandidata panista a la alcaldía de Mérida, dijo que era un hecho “lamentable”. Su contendiente por la candidatura panista, Salvador Vitelli, coincidió con ambas: “Esto afecta la imagen de Acción Nacional”.
Posturas valientes. Declaraciones aguerridas, sin pelos en la lengua... pero huecas, como se comprobó cinco días después, en la ciudad de México.
Ahí, durante una sesión de la Comisión Permanente del Congreso, sus compañeros de partido votaron contra un extrañamiento y un exhorto para que no se concrete el nombramiento de Jiménez. Los panistas quieren que un sobornador frustrado represente al país.
Ayer se realizó el foro “Rumbo a las elecciones”, organizado por Grupo Megamedia. Al final, se le cuestionó a la señora Cruz la brecha entre lo que se dice y lo que se hace en su partido, en particular en el caso de la Lotería. La respuesta no fue muy distinta a la del 22: “Estoy avergonzada...”. Bla-bla-bla. No anunció acción alguna de repudio ni se comprometió a hablar con sus compañeros para manifestarles su desacuerdo... Nada.
A partir de hoy, Mérida es sede de un cónclave de senadores
del PAN. Varios de los que vienen votaron contra el extrañamiento. Varios avalaron a Jiménez Godínez.
En esta reunión, los panistas yucatecos tienen una oportunidad de oro para hacer recapacitar a sus compañeros, de pasar de las palabras a los hechos... De recuperar su credibilidad que ahora está flotando en el viento como una pluma.

viernes, 8 de enero de 2010

Cuando Mérida se aburre

Nada como un café y Monterroso para estos somnolientos, fríos tiempos. Y cuando despertó —de su “siesta cívica”—, el dinosaurio seguía ahí...
No había cambiado en nada. Era el mismo, exactamente el mismo. Soberbio, corrupto, inaccesible, tiránico, bruto... Y no sólo seguía ahí, sino que también se comportaba de la misma manera.
Se decía democrático, pero descalificaba —por acción u omisión— a los que querían participar en algún proceso interno con esas características. “Eres un traidor”, le increpaba al osado que le tomaba la palabra. “Sólo unidos ganaremos”, gruñía.
Se calificaba como alguien cercano al pueblo, pero en realidad seguía siendo un simple populista. Creía que bastaban el oropel y los fuegos de artificio para conquistar a sus gobernados.
“Mírame, soy como tú”, le susurraba lascivamente al pueblo. “Veo los mismos programas, tengo los mismos ídolos. Es más, soy amigo de ellos. Veme”.
El monstruo tornasol, en ocasiones azul, otras tricolor, seguía sin aceptar puntos de vista distintos. Éstos eran “descalificaciones que sólo se usan para perjudicar al pueblo”. Los críticos eran enemigos de él y, por tanto, de los demás. Él creía que era los demás. Sus promesas seguían siendo las mismas, exactamente las mismas. Y seguían sin cumplirse.
Despertar de la “siesta cívica” —interesante término acuñado en el foro organizado por Sociedad en Movimiento y Fundación Megamedia— no cambiará en nada la actual, repugnante situación. Sólo provocará náuseas. Y vómito.
Hay que despertar y actuar. Ponernos de pie; erguirnos. Revelarnos contra el dinosaurio; convertirnos en causa de su extinción, en meteoritos o, mínimo, en piedras certeras. Decirle que estamos hartos de él, de sus prácticas, de sus actitudes.
Dejar de bostezar y comenzar a
gritar. ¡Ya no queremos promesas sin cumplir! ¡No me interesan tus amistades de la farándula! ¡Deja ya de criticar y de descalificar! ¡Promueve el empleo, la inversión!
En febrero de 1968, el periodista Pierre Viensson-Ponté publicó el artículo “Cuando Francia se aburre” en Le Monde. Esta pieza fue el primer adoquín de las barricadas del mayo posterior.
¿Qué necesita Mérida para despertar, para dejar atrás el aburrimiento? ¿Cuántos artículos como los de Pierre Viensson-Ponté son necesarios para que los meridanos despierten, dejen atrás el amodorramiento y se pongan a construir barricadas?— Mérida, Yucatán.
cicero.pablo@gmail.com
http://cicero76.blogspot.com/